Juan Carlos Tassara destaca importancia de la unificación del sector inmobiliario a fin de hacer frente a futuras crisis.

¿Cuál es su apreciación sobre la actual situación del sector inmobiliario? 

El sector inmobiliario es un sector muy resiliente ante las crisis económicas y muy saludable. Históricamente el stock de vivienda terminada siempre se ha mantenido por debajo del 10% de todo el stock disponible en el mercado. Eso se genera por los procesos constructivos, pues para que un proyecto se termine se demora alrededor de 3 años, lo cual genera un tiempo mínimo de evolución de un proyecto que no genera la necesidad de una venta inmediata cuando existen estas crisis económicas.  

Cuando hay inestabilidad política o por ejemplo, los efectos del Covid 19 o crisis inmobiliaria como sucedió en 2008, la necesidad de venta del stock que existe no es tan alta, debido a que los proyectos aún no se concluyen. El 90% de proyectos falta terminar y al tener poco stock disponible la bajada de precios que se podría generar ante una incertidumbre política temporal podría ser muchísimo mayor que un mercado que tiene mucha cantidad de stock de entrega inmediata. Incluso con los efectos de la pandemia el mercado inmobiliario no ha sufrido mucho impacto.  

¿Podríamos decir que el sector inmobiliario no ha sido afectado en gran medida por la crisis económica y política?  

No existe ningún sector al cual no le afecte la crisis política y sanitaria, pero los efectos no han sido de una manera muy contundente. Nuestro mayor impacto durante la crisis sanitaria fue el atraso de la entrega de las obras. Eso sí impactó en la expectativa del cliente a comprar. El Perú tiene una demanda insatisfecha de más de 500 mil viviendas y solo producimos 40 mil viviendas al año en todo el Perú y 16 mil en Lima.   

Tenemos que aumentar la oferta porque hay una demanda muy grande de necesidad de viviendas que cada vez aumenta. CAPECO estima que hay una demanda de 120 mil familias que necesitan una vivienda cada año.  

¿Cómo ha cambiado la demanda de vivienda luego de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19?  

Lima Top ha sido el gran perdedor, mientras que hubo un incremento en cuanto a segunda vivienda (casas de playa y campo). La demanda en otros sectores como Techo Propio y Mi vivienda también han aumentaron, esto debido a que las personas necesitan una vivienda donde pasar más tiempo, con mayores prestaciones porque el uso es mayor.  

Se le quiere dar un mayor impulso a la vivienda social por parte del MVCS ¿Esto es atractivo para el empresario inmobiliario de ASEI? 

El empresario de ASEI tiene el programa Techo Propio, el cual es el segmento más económico de vivienda social, pero independientemente de la rentabilidad, es muy importante generar vivienda para todos los segmentos, sobre todo para los más necesitados. De no ser así, se fomenta el tráfico de terrenos y aumenta el gasto del estado para luego poner servicios a esos terrenos.  El costo para poner servicios básicos , por ejemplo en un terreno ubicado en una invasión, podría llegar a los 120 mil soles, es decir más caro que una casa. Hoy en día existen productos de Techo Propio que bordean los 80 mil soles y cuentan con servicios básico y habilitación urbana.  

Tenemos que hacer viviendas para todos los segmentos del país, no solo para los más rentables. Es obvio que la vivienda de menor presupuesto tendrá mayor subvención por parte del estado y esta es una receta que funciona en todo el mundo. En países como Chile o Colombia por ejemplo la inversión que realiza el estado en vivienda social es retribuida con creces e ingresos para el estado y además se generan puestos de trabajo. 

En nuestro país, solo en ASEI por ejemplo, tenemos más de s/ 13 mil millones en oferta, esto quiere decir que el sector inmobiliario es un generador de mucho trabajo. 

Desde el punto de vista de ASEI ¿se están modernizando los productos y servicios con sus asociados?  

El mayor activo que tiene ASEI es el análisis de datos y la tecnología, en lo cual invertimos todos los años. Lo que hacemos es tratar de suplir y poner en un mercado de valor los productos que, para el segmento inmobiliario, el mercado propio no suple. 

Hay un crecimiento y valor importante en ASEI que los socios reconocen y esto se ha dado en base a su propio esfuerzo. La asociación a diferencia de una empresa que cuenta con personas que trabajan para esta, depende mucho de la participación de los socios,  que es gratuita en favor del mercado. Lo que estamos consiguiendo es que cada vez más socios participen dentro de las iniciativas de ASEI y existan más lideres de proyectos en beneficio del sector inmobiliario. 

Se han roto muchos paradigmas en ASEI, por ejemplo, la idea de compartir información con la competencia. Hace unos años atrás no se entendía el cómo se podía compartir los precios y velocidad de ventas con la competencia. La data hoy en día es un ‘commodity'. 

Nuestros socios se han dado cuenta que juntos somos mucho más fuertes. Este año hemos contratado una consultoría, estamos realizando cosas nuevas y haciendo una reorganización muy grande, estamos dividiéndonos en tres grandes sectores.  
Un sector institucional, que tendrá relación con todo los ‘stakeholders’ del sector inmobiliario, ya sean privados o estatales.      

Otra área que solo se encargará de la atención al socio, en la cual nos enfocaremos en los servicios más valorados por nuestros socios y cuáles son los más valorados y por qué. Analizaremos mucho lo que nuestros socios requieren. Por último, la parte comercial que son los servicios que monetizamos. 

¿Cómo asociación cómo ven el trabajo en conjunto para sacar adelante el sector inmobiliario? 

La fortaleza más que el ‘partner’, es como nos organizamos para poder conversar y acercarnos a estos stakeholders, estamos mejorando en eso porque se trabaja con mucha coordinación, no solo de manera interna con ASEI, sino también de manera externa con otros gremios inmobiliarios, es decir CAPECO y ADI.  

Hemos conformado un comité intergremial y estamos trabajando de manera permanente con ellos. Actualmente estamos a punto de firmar el primer convenio intergremial que será algo histórico. La mejor manera de lidiar con problemas que exógenos es el cómo nos organizamos.