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Humberto Martínez: "La velocidad de producción será de 80% en los próximos meses"

Publicado hace 3 años

Humberto Martínez: "La velocidad de producción será de 80% en los próximos meses"

Próximo a la reactivación paulatina de las actividades del sector de la construcción, Humberto Martínez, presidente de la Cámara Peruana de la Construcción – CAPECO, comentó a la revista CONSTRUCTIVO que el gremio está preparado para asumir los retos que trae el reinicio de las actividades bajo nuevas condiciones sanitarias y de seguridad. Además, sostuvo que, en un contexto anómalo, la velocidad en la producción en la construcción no será la misma en comparación a meses anteriores, por lo que se espera un inicio lento en las obras.

¿Cuál es la impresión del gremio respecto a los protocolos sanitarios que se van a implementar en las actividades del sector construcción?

Las constructoras e inmobiliarias estamos en la capacidad de establecer protocolos sanitarios. Es preciso saber que las tres industrias con mayores exigencias normativas respecto a seguridad y salud son la minería, construcción y agroindustria. Las dos primeras, por tratarse de actividades de alto riesgo tienen distintos seguros de vida, y brindan charlas diarias y semanales y tienen exámenes médicos al salir o entrar a una obra, es decir, el nivel de exigencia de sanidad y seguridad es de las más altas que hay en todas las industrias. Agregarle un protocolo sanitario es sencillo, porque convivimos diariamente con protocolos de salud.

En todas las obras tenemos un gerente de seguridad y salud, un profesional capacitado en primeros auxilios, personas que contantemente tienen entrenamiento, incluso los proyectos de mayor magnitud tienen un médico dentro de la obra. Es cierto que se va requerir un costo adicional  pero recordemos que un obrero normalmente lleva aproximadamente S/300 encima en equipos de seguridad (botas, casco, lentes, uniforme, chaleco, guantes) y esto suele aumentar cuando se utilizan arneses de seguridad.

Lo pesado está en la caída de la productividad, en el sector estamos acostumbrados a trabajar de una manera y ahora vamos a tener que modificar los horarios de trabajo o la composición de las cuadrillas. Ese proceso de reinvención o adecuación a nuevos mecanismos por el distanciamiento social o la reducción a aforos o de horarios de ingreso, puede reducir la productividad.

Los horarios de trabajo podrían dividirse o ampliarse…

Necesitamos que las municipalidades sean las que permitan las ampliaciones de horarios para el desarrollo de las obras. Sería importante que la PCM pueda dictar alguna norma de carácter nacional que habilite por encima de las municipalidades el incremento de horarios no solo para la construcción, sino para otras actividades

Otra cosa que estamos haciendo es procurar que las empresas contraten gente más cercana a su zona.

Algunos especialistas proponen la instalación de módulos o campamentos en obras, para evitar la circulación masiva del personal ¿es viable?

Lo hemos evaluado pero no es tan fácil. Tiene mayor facilidad cuando los trabajadores no son de la ciudad. Lo otro es que los campamentos terminan con el riesgo de convertirse en foco de contagio. Además las municipalidades no han autorizado.

Ahora la autoridad laboral es exigente y estará en constante verificación de estos espacios, sin embargo, no hay estándares para los campamentos, se corre el riesgo de estar por debajo del estándar que requiere el fiscalizador. Además también está la no aceptación de los vecinos cercanos a la obra.

Lo que si hemos previsto como recomendación es que hay una capacidad hotelera instalada en la ciudad que no va a tener mucho uso; dentro del costo que se puede asumir en la planilla de construcción es probable que algunas zonas de la ciudad tengan hoteles que puedan evitar que las personas se tengan que desplazar, esta es una opción al campamento más adecuada.

A futuro, se va terminar generando un ajuste automático en el que la gente va terminar trabajando en obras más cercanas a sus casas o que le tome una sola línea de transporte.

El inicio será igual para las empresas de la cadena de suministro de materiales y servicios de la construcción ¿qué se viene coordinando con las empresas?

Las empresas de materiales van a tener que entrar a operar de inmediato porque las obras no van a poder operar sino tienen materiales, durante este tiempo muchos almacenes y ferreterías han ido perdiendo el stock porque la actividad informal nunca se detuvo, la autoconstrucción ha ido avanzando. Es necesario empezar a reponer los stocks que se han ido agotando y poderles brindar materiales  a todas las obras que deben reiniciar.

Se ha coordinado con el comité de proveedores de CAPECO y con PRODUCE respecto a todas las medidas que tienen que adoptar y sobre los protocolos establecidos.

¿Cuánto se está perdiendo económicamente por la paralización del sector construcción?

Se ha calculado que la paralización del sector construcción está costando alrededor de US$2,500 millones. Si el inicio de las obras es lento o de haber una nueva cuarentena o las obras paran mucho.

Había una norma que sostenía que si al encontrar un trabajador contagiado con Covid-19 la obra debería pero esto es una generalidad. Hay obras como la Línea 2 del Metro de Lima que tiene más de 40 kilómetros de largo, dentro de las obras hay sectores, dentro existen zonas, cuadrillas, entonces de encontrarse a una persona contagiada debe pararse la cuadrilla pero no debe parar el resto de trabajo de toda la obra. Lo mismo pasa con una obra de edificación. Lo más importante es detectar a la persona contagiada lo más rápido posible para cuidar su salud y no convertirse en un foco de contagio.

No se puede recuperar el tiempo perdido, pero ¿se podrá recuperar la productividad que se veía teniendo en las obras?

En una circunstancia normal, si hubieses parado por 60 días por otra razón, podríamos regresar a la misma velocidad. Ahora, con tantas restricciones será difícil.

No vamos a ir a toda velocidad, considerando que tenemos toque de queda, restricciones en el transporte, aislamiento social para el ingreso a la obra, la cantidad de restricciones que nos vamos a enfrentar van hacer que el reinicio de las labores ojalá alcance el ritmo que teníamos antes.

Esto nos va desafiar a pensar en otras soluciones, en trabajar en dos turnos de seis horas, entre otras. En Alemania, por ejemplo, cuando baja el trabajo, todos los trabajadores bajan de ocho a seis horas, entonces hay más trabajo para todos pero ganan un poco menos ¿Estamos todos dispuestos a ganar menos de los que ganábamos antes con tal de mantener el trabajo de todos? ¿Ese nivel de entendimiento lo podremos tener aquí? Sí esas cosas pasan no podremos recuperar el tiempo pero podremos mantener una cantidad importante de los puestos de trabajo y hacer que las empresas de construcción no quiebren y que las obras puedan ser entregadas a sus usuarios finales. Eso sería bastante para, en una crisis de esta magnitud, permita que el tejido empresarial de construcción siga en pie seria meritorio.

Como todo paró no será necesario darle velocidad, entonces nos toca volvernos a montar sobre las obras y terminarlas; sin embargo, no hay una pérdida de porción relativa entre un operador y otro, y eso va quitar el estrés a la necesidad de salir corriendo a “recuperar el tiempo perdido”. La industria de la construcción, desde hace tiempo, viene mejorando sus procesos, eficiencia y productividad. Desde hace tiempo ya veníamos trabajando a toda velocidad. Las obras no se pueden hacer más rápidas a lo que ya se hacían, sin embargo, se pueden incorporar prefabricados, tecnología, o se cambie el método constructivo.

¿En qué porcentaje de productividad prevé que se va trabajar en los próximos meses?

Creo que vamos a estar en un 75% a 80%. Eso va generar, sobre todo en obras públicas, una discusión respecto a quien asume el costo. En las obras públicas nos queda claro que se puede discutir con el Estado y pedirle reajuste por formula polinómica o una cláusula adicional. Sin embargo, en las obras privadas es más difícil porque es una relación entre privados. En la naturaleza del contrato de construcción el contratista es quien asume todos los tipos de riesgos porque la lejanía entre el dueño de la obra y la industria de la construcción es tan grande que se encargo todo al constructor hasta los riesgos asociados. Hay una mayor dificultad para negociar. Pero cuando el contratante está más cerca de la industria existe una mayor facilidad para negociar y asumir ese riesgo.

Fuente: Constructivo

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